miércoles, 28 de mayo de 2008

Artista

Si yo exageraba un poco el dramatismo de alguna situación, mi abuelo decía de mí: "¡Qué artista!"

Hoy, estoy segura de que lo diría literalmente.

Gracias, abue, por tanta confianza que pusiste en mí.

¿Artista? Leé más en abacoteatro.blogspot.com.

sábado, 17 de mayo de 2008

No abandonar

Mi abuelo estaba en el geriátrico donde hubo que internarlo ya que necesitaba atención las 24 horas. Mi abuela iba a visitarlo todos los días y yo, los sábados y domingos (era época de clases).

Un día, después de almorzar en el comedor, mi abuelo le pidió algo de la pieza a mi abuela. Cuando nos quedamos a solas me dijo: "no la abandones nunca a la viejita".

Yo entendí que estaba dejando algunas cosas en orden antes de partir y le hice todas las promesas que él quería. Murió pocas semanas después.

Me fui de la casa de mi abuela a los dieciocho años. En ese sentido, en el más superficial, falté a mi promesa.

El 25 de mayo estreno una obra de teatro que se llama Ábaco. Hay mucho de la relación con mi abuela en esa pieza. Relación contradictoria, de amor y odio. En estos últimos días de ensayo, me acuerdo de este pedido de mi abuelo ("no la abandones nunca a la viejita") y me pregunto qué es abandonar a alguien.

Escribí una obra que cuenta parte de su historia, que la muestra compleja como era, que no es más que un reclamo de afecto de principio a fin. Mi abuela ya no está, pero yo siento de pronto que no abandonarla es esto.

Guardarla en la memoria y a la vez, compartirla.

Como hago con mi abuelo desde hace ocho meses en este blog.

jueves, 15 de mayo de 2008

Otro insulto soft

"¡Qué lo tiró de las patas!"

(¿A quién? ¿Al nenito de "qué lo parió al nenito"? ¿Venía de culo y la partera lo sacó "de las patas"? No entiendo).

lunes, 12 de mayo de 2008

Suerte

"Qué tarro" por "qué suerte".

Versión ATP de "qué ojete".

miércoles, 7 de mayo de 2008

Chau, Spinelli

Cuando mi abuelo decía "chau Pinela", yo pensaba en Spinelli.

Spinelli era un personaje del que yo escuchaba hablar, pero al que no conocí hasta después de la muerte de mi abuelo.

Había sido el adicionista (nunca lo llamaron de otro modo, nunca le escuché ese término a nadie más) del restorán "El Carioca", que mis abuelos tuvieron en la década del '70 en Austria y Berutti.

Spinelli resultó ser un señor muy gordo que trabajaba en algo impositivo de la municipalidad cuando mi abuela fue a hablar con él, seguramente para pedirle algo.

Su nombre está en la agenda de mi abuelo, escrito por su mano temblorosa, pero a pesar de eso y de tanto hablar de él y contarme anécdotas, no recuerdo que lo haya llamado ni visto jamás.

¿Pinela sería alguien? ¿Sería "chau, Pinela"? En todo caso, para mí este Pinela era tan mítico como Spinelli, este amigo tan cercano que mi abuelo no frecuentaba.

domingo, 4 de mayo de 2008

Mujer

Mi abuelo murió cuando yo recién cumplía los doce años.

Tres meses después de su muerte, bailando un lento, un chico me daba mi primer beso.

Un año después de su muerte, me compré un corpiño, aunque no lo necesitaba.

Y recién un año y medio después de su muerte "me hice señorita", que es como lo hubiera dicho él.

El otro día pensé que si hubiera tenido más tiempo a mi abuelo, me habría resultado más fácil ser mujer.

No tengo argumentos para fundamentarlo, pero es así.