lunes, 28 de diciembre de 2009

Otro mamífero

Mi abuelo (¿o mi abuela?) decía: "De las aves que vuelan me gustan el chancho", cuando escuchaba, él o ella, algún bolazo notorio.

Yo digo hoy: "De las aves que vuelan me gusta el chivo".

lunes, 21 de diciembre de 2009

Ella también decía

Después de cuatro años de duelo, después de haber exorcizado todo lo peor de mi abuela Argentina en una obra de teatro, estoy dándole lugar en mis charlas cotidianas a las expresiones de ella. ¿Se convertirá este blog en "Decía mi abuela"?

martes, 20 de octubre de 2009

El ojo ajeno

Mis abuelos se daban mucha manija criticando a Pinti por malhablado.

Mi abuelo podía putear a Dios y María Santísima y no pasaba nada.

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Hola?

¿Alguien me explica el origen y/o significado de esta alternativa al simple "hola" que usaban mis abuelos para saludarme?

"Hola, Manola, te traje una lola. Hola, mi amor, te traje un alfajor".

En realidad, uno decía primero "Hola, Manola, te traje una lola" y yo tenía que contestar "Hola, mi amor, te traje un alfajor".

¿Era una publicidad antigua? ¿Sería de radio? ¿Qué cosa era una lola, ya que no creo que fuera un pecho?

miércoles, 7 de octubre de 2009

Tarjeta de embarque

El señor José y yo nos vamos de viaje.

Pueden seguir nuestras aventuras en el blog Allá es distinto.

Pero no dejen de asomarse por aquí, que cuando me temo que se agotaron los dichos y anécdotas de mi abuelo, siempre aparece algo más.

sábado, 3 de octubre de 2009

Los hippies

A mi abuelo no le gustaba nada la feria artesanal que desembarcó a mediados de los '80 en la Plaza Belgrano.

Se refería a "los hippies" muy despectivamente (y, cosa rara en él, lo pronunciaba bien). Yo nunca había escuchado hablar antes de hippies. Mi abuelo era puro prejuicio y lugar común: me explicaba que eran sucios, vagos, etc.

Por mi parte, yo estaba enojada con la feria porque los fines de semana me reducía el circuito de la bici.

Después, cuando ya no vivía a media cuadra, comencé a amarla. Y es un romance que dura hasta hoy. Me parece que en ningún otro lugar encuentro cositas para mí y para regalar como en esa feria. ¡Vivan los hippies de Plaza Belgrano! Mañana voy por allá.

viernes, 2 de octubre de 2009

Muñecas

Cuando mi abuelo vendía tarjetas de estacionamiento en la puerta de la Galería Belgrano, tenía la costumbre de hacer la vista gorda cuando paraba la camioneta de la juguetería. A cambio recibía generosas propinas y... ¡muñecas para mí!

Éstas son las muñecas que me regaló mi abuelo:

- Una bebota gigante, que casi me tenía que hacer upa ella a mí, a la que yo llamé Jorgelina.

- Una bebota algo más chica, que cuando le apretabas la panza daba besitos. Se llamaba Kissie, creo que porque lo decía la caja.

- Una Barbie Trenzas, con su trenzador.

- Una Barbie Cocktail, por lejos la más bella de todas las Barbies.

Mi baba me traía muñecos con ropas típicas de los lugares a los que viajaba, me compraba libros y me llevaba al Colón a ver la ópera para niños. Mi abuela Argentina no me regalaba nada. Mi abuelo, digo siempre, era el único que entendía que yo era una niña y me regalaba esas muñecas que sólo servían para jugar.

martes, 29 de septiembre de 2009

Manos

"Manos de manteca", me decía mi abuelo cuando se me caía algo, lo que pasaba, y sigue pasando, con bastante frecuencia.

No era un chiste, no era cariñoso, me lo decía en serio y a mí me daba una bronca bárbara. Pero lo peor era cuando se enojaba de verdad (¿había roto algo? ¿había hecho mucho enchastre?) y me decía "manos de caca". Ahí me hacía llorar.

Y así pasaban nuestros días. Cuando no nos estábamos peleando, nos estábamos reconciliando.

domingo, 27 de septiembre de 2009

La memoriosa (y un palo final para mi abuela Argentina totalmente fuera de lugar)

Ya no soy tan Funes como cuando trabajaba en cierta institución de derechos humanos y recordaba fecha probable de parto de TODOS los niños nacidos en cautiverio. Olvidarme de cosas me parece ahora un síntoma de salud. Sin embargo, creo recordar que la nueva lectora La Flaca Benelli, que fue conmigo al jardín de infantes y a otro grado de la misma primaria, es la niña que señalo con la flecha roja:



¿Será?

Por si la estaban pasando lindo en este blog, los despido con una auto-cita, a propósito de ésta y otras fotos similares.

abro el álbum de fotos
que me llevé de su casa
y allí estoy
con la misma alegría feroz
en la sonrisa del lobo
y superpuestas
las dos colitas
que parecen de otra persona
ella no me vio
no supo
no quiso
fue más fácil
decir
ella no recuerda nada
suponer
que no vi nada
cuando entraron a mi casa
y nos secuestraron
pensar
que soy feliz
porque me malcrían
porque no tengo que hacer mi cama
ni lavarme las bombachas
ni comer verdura si no quiero
ni pasarme el peine
porque duele


De Ábaco.

Creo que nunca voy a llenar teatros. Así no. Nunca.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El helado

Lamento informar que, a pesar de que vivíamos a la vuelta de una mejores heladerías de Buenos Aires, mi abuelo no tomaba helado.

Mi abuela Argentina tomaba solamente la parte que sobresalía del vasito y me daba el resto a mí.

Mi abuela Rosa, mucho más golosa, se tomaba su heladero entero, y yo, malcriada y caradura, me enojaba.

Los heladeros son los mismos y a veces fantaseo con declararles mi amor eterno, pero nunca me animo. Ya lo saben, lectores: Heladería Gruta, Sucre entre Cabildo y Obligado, una de las pocas cosas que me siguen encantando del barrio de Belgrano. El recomendado de Perez: dulce de leche con banana. De nada.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Miguelito

Miguelito era el mozo. Le pregunté "¿Vos cómo te llamabas?", después de que él me preguntara a mí, haciéndose el que se acordaba de mi abuelo, "¿Cómo era que se llamaba?". Me pareció que mentía y Marie, con años de lidiar con clientes a cuestas, fue la primera que se animó a ponerlo en palabras.

Un rato antes de encontrarnos en la puerta de Cabildo, había pasado por lo que supo ser el café PTT. La vieja "pecera" no existe más y en lugar del mozo pelado con camisa blanca que yo recordaba, había una chica vestida de negro y con bandana. Pero, detrás de la máquina de café, con el pelo corto y canoso, estaba el empleado que hacía el truco del platito. Me puse tan contenta que no tiene nombre.

Pero cuando volvimos en dulce montón a sentarnos, ya no estaba. Le pregunté por él a la moza que nos atendía (y que no nos dejaba juntar las mesas) y dijo que Marcelino, tal su nombre, se retiraba a las 18. Marcelino, ya te voy a agarrar.

En una de esas divisé al mozo de siempre, pero con camisa negra, que volvía de entregar un pedido y estaba a punto de salir con otro. No sé qué cara habré puesto, pero la Señorita M se levantó rápida como el rayo y le fue a hablar. Al rato vino a saludar e hizo la comedia de acordarse de mí y de mi abuelo. Al minuto estaba hablando de sí mismo, de los cuarenta y un años que hace que es mozo y de la nota que le hicieron en la revista de Crítica. Podría linkearla, porque ya la encontré, pero no tengo ganas de hacerle propaganda. Yo le había dicho que escribía sobre mi abuelo, sobre su trabajo y sus compinches, y que estaba ahí con amigos a los que les quería mostrar todo eso. Me dio bronca que ni siquiera simulara un poquito de interés. Y no porque estuviera muy ocupado, porque no le faltó ánimo para hablar de sí mismo, de su carrera como mozo, de la venta del café hace dos años, y hasta le quedaron ganas de ponderar la reforma del lugar que ahora tenía un estilo más "patio de comidas" (eufemismo por falta de paredes).

Mi abuelo pasó por lo menos cinco años parando en ese café. Mi abuelo era uno de los que lo llamaba por su diminutivo, Miguelito. Mi abuelo le debe haber dado propina cada puta vez.

A las 19.45 la moza nos avisó que a las 20 cerraban, trajo una cuenta abultadísima que me hubiera encantado pagar pero no pudo ser, y chau pinela.

Lo lindo fue compartir ese rato con la Señorita M, Norman y Leonchus, Sil, Ale y Fede, Jose y mi primita, y conocer a Marie. La próxima, en la heladería Gruta y por lo menos tomamos helado rico rico, como siempre.

No hay caso, no hay lugar como la memoria.





Los dejo con un fragmento de la entrevista de Crítica:

- ¿Se hizo amigos en la galería?
- Un montón [lástima que no me acuerdo los nombres], pensá que muchos locales tienen más de cincuenta años. Ahora, a las cuatro, tengo que ir a un local donde ocho mujeres [empieza a babear] toman un curso de tejido, a levantar el pedido.
- ¿Y es un poco como si entrara el galán? [El periodista tira cualquiera a ver si pasa algo en la nota]
- Y bué, hay que atenderlas un poco a las chicas... [El viagra nos obliga a soportar este tipo de comentarios de señores mayores que en otras épocas optaban por un silencio avergonzado, prostático, pero no exento de dignidad].

Buh, Miguelito. Buh.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Respuestas de la trivia

Las preguntas eran:

1) ¿En qué barrio se desarrolla la mayor parte de las anécdotas de este blog?
2) ¿Sobre qué actor argentino, de gran popularidad durante el Proceso, había leído el abuelo que escondía droga en la gorra?
3) ¿Cómo se llaman los apropiadores del hermano de Perez?
4) ¿Cómo se llama el festival belga de mujeres al que Perez concurre periódica y desvergonzadamente, como si fuera la gran cosa de los derechos humanos y el arte en la Argentina?
5) Nombre una cosa que le gustaba al abuelo y trate de que no sea el vino.

Y los lectores más audaces respondieron:

jose

Acá van mis respuestas, espero ganarme un voucher en el bar por contestar primero:

1) Belgrano.
2) Alberto R. Olmedo.
3) Dora y Gómez.
4) Voix de femmes, bendito seas.
5) La nieta.

Señor José: Podría haberse esforzado más para la respuesta 3. La 5 es demagogia. Y el pedido del voucher no será tenido en cuenta. Estoy ahorrando para irme de viaje.

La Flaca Benelli

Feliz cumple! Yo llegué desde el blog de Irma y Orlando y me parece que nos conocemos... fuiste por esas casualidades al Athos Palma y al Casto Munita? Tu nombre es Mariana? Si no es así no importa! tu blog me gusta lo mismo y ya lo sumè al reader. Besos. Mariela

Mariela: ¡No me pasaste tu mail! Te quería invitar. ¿Sos ésta?


Memé

Feliz cumpleblog! (se saluda así??) Te leo siempre pero comento poco. Me encantó lo de la triva, así que voy a participar. Aqui van:

1) En las cañitas, Belgrano (Calle Vuelta de Obligado)
2) En la gorra de Olmedo
3) Francisco Gómez y Teodora (mejor conocida como “Dora la Apropiadora”) Jofré
4) No tengo la menor idea Pérez, en esta paso.
5) Le gustaba usar calzoncillos largos en invierno (lo recuerdo porque mi marido es igual, jajaja)

mi mail es plinplinplin@plinplinplin.com

Un beso

Memé: La 1 la damos por buena, aunque la respuesta correpta es Belgrano a secas. La respuesta 3 demuestra un gran potencial detectivesco, lo cual pone en evidencia su pereza para la pregunta 4. Aún así es jurado ha considerado sus respuestas... ¡CORREPTAS! ¡Espero verla!


Marie

antes que nada, feliz aniversario

las cosas que me hacés hacer un domingo a la mañana, pensé, no, el lunes respondo, pero la ansiedad me domina la vida

las respuestas:
1- Belgrano, diria incluso Belgrano C
2- Olmedo
3- Francisco Gómez y Teodora Magnacco
4- Festival Voix des Femmes
5- Los Burros

y en ese tono, me retiro a prepararme a pasar un día en el Hipódromo pero no viendo carreras, lamentablemente

Marie: Excelente nivel de detectivismo y más aún para un domingo a la mañana. Salvo que Magnacco es el apellido del médico que atendía los partos en la ESMA. Hubo mezcolanza de malos, pero como son todos la misma mierda, este jurado la da por... ¡CORREPTA!

Sil

Belgrano
Olmedo
Francisco Gómez y Teodora Jofré
Voix de femmes
Nombro dos: los burros y vos (y me salió un haiku! bah no sé, no me voy a poner a contar sílabas)

Sil: ¡Sí, sí, sí! ¿Qué hay que contar en los haikus?

Malhumoretti y/o Neptuno (¿Ya les dije que me pone nerviosa que sean dos y no saber quién escribe y a quién le contesto? Disculpen, tengo problemitas)

Feliz cumple blog!

1) Belgrano
2) Olmedo
3) Teodora Jofré y Francisco Gómez
4) Esta si que nola, encontré esto en google, a ver si tengo suerte: Festival des Libertés
5) Su nietita y la colonia Old Spice

My/oN: La 4 no es correpta. Igual aprovecho para escracharlas porque se bajan del festejo alegando que les da vergüenza y tienen que estudiar. Lo de la vergüenza vaya y pase, pero ¿estudiar? No, chicas, no. ¿Qué clase de estudiantes de la UBA son si, efectivamente, estudian? Más si, como intuyo (o leí y olvidé), son de Sociales.

Juan Martín

Feliz, feliz, Perez. Llegue por IyO hace unas semanas,pero me gusta mas este!! Que siga!

¡Gracias!

Estudiante crónica

1) Belgrano, the one and only, of course!
2) Olmedo?
3) Dora la apropiadora y?
4) Ni idea. soy una feminista de pacotilla
5) el turf!

igual, no voy a poder ir. estoy en Chicago! mucha suerte en el viaje y, si no vas a caminar mucho, lleva valija chica con rueditas (tipo azafata) si vas a caminar mas, o subir escaleras, etc, mochila. No mas de un elemento de equipaje.

ah, y feliz cumple!

Estudiante crónica: Nos acompañará en espíritu. Gracias por el consejo, ojalá lo hubiera hecho así en el viaje anterior.

Señorita M

¿No entro directo por buena amiga y por ser de las primeras seguidoras del blog? ¿y por ser la amiga mujer de tu dorima con quien siempre podrás hablar mal de las chirucitas de mierda??
¡¡de verdad soy malísima para recordar datos!!! a- co-mo-do a- co- mo- do!! POrfiiiii

Señorita Maestra: En qué manos está el futuro de nuestro país.

Cata

No voy a dar las respuestas porque es obvio que las sé. Así que ¿Me considero invitada?

Un abrazo

La participante estará ausente con aviso porque así como la leen es docente universitaria y tiene que dar clases. Entre la Señorita Maestra y usté, mire, no sé cuál educadora me asusta más. Catuchis: ¡me hubieras contestado antes y cambiaba el día! No será lo mismo sin tu acidez sarcástica.

Gracias a todos, me entretuvieron en una semana inesperadamente difícil. ¡Nos vemos! ¡¡¡Ay, qué emoción!!!

sábado, 19 de septiembre de 2009

No puedo parar de investigar

Como no tuve tiempo para acercarme a la Galería Gral. Belgrano, quise averiguar por teléfono los horarios del café PTT. No figuraba en ninguna guía telefónica con ese nombre, pero para qué fui detective.

HOMBRE: Café XXX (palabra de dos sílabas que empieza con D y no logro recordar).

PEREZ: ¿Éste es el que era el café PTT?

HOMBRE: PTT, XXX, XXX (tira dos nombres más desconocidos), lo de Miguelito...

Me emocioné porque Miguelito me dijo algo. No sé cuál, pero uno de ellos era Miguelito.

Pregunté el horario para "citarme ahí con unos amigos". Lo dejé con toda la intriga. Creo que era el que hacía el truquito de la taza. Ojalá.

El café abre de lunes a viernes de 9,30 a 20 hs. ¿Alguien más se anota para merendar un día de la semana que viene?

viernes, 11 de septiembre de 2009

Festejo y trivia de cumpleblog

El 7 de septiembre pasado, este blog cumplió dos años.

Se me pasó el cumpleblog. Sabía que era por estos días y quería proponer un festejo a los más fieles lectores. ¿Vale igual?

La propuesta sería ir a merendar al café donde paraba mi abuelo, Café PTT, en la Galería Belgrano. Me pienso pedir un submarino con bay biscuits y filmar el videíto que prometí allá por los inicios de este blog.

Pero no anuncio día ni hora por este medio. El que quiera venir, va a tener que demostrar que posee dotes detectivescas, que es "investigador nato", como decíamos con mis amigas de la noble institución de derechos humanos. Voy a habilitar la moderación de comentarios y postear después las respuestas correctas e incorrectas (permiso, Marie, te tomo prestado el recurso). Escriban también con confianza sus direcciones de mail, que me tomaré el trabajo de borrarlas. Total, no tengo nada que hacer en la vida, más que terminar una obra de teatro y preparar un viaje.


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LA TRIVIA DE DECÍA MI ABUELO

1) Arrancamos con una facilonga: ¿En qué barrio se desarrolla la mayor parte de las anécdotas de este blog?

2) ¿Sobre qué actor argentino, de gran popularidad durante el Proceso, había leído el abuelo que escondía droga en la gorra?

3) ¿Cómo se llaman los apropiadores del hermano de Perez? Escráchelos aquí, con nombre y apellido. Y si quiere agregar por dónde viven, no se contenga. Ya sabemos: si no hay justicia, hay blogspot.

4) ¿Cómo se llama el festival belga de mujeres al que Perez concurre periódica y desvergonzadamente, como si fuera la gran cosa de los derechos humanos y el arte en la Argentina?

5) Nombre una cosa que le gustaba al abuelo y trate de que no sea el vino.


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Aquellos herederos de Hércules Poirot que respondan correctamente, recibirán la invitación con las coordenadas precisas y un diploma que los habilita a dedicarse a la busqueda de los niños desaparecidos, porque créanme, no es muuucho más difícil.

Tengo ganas de conocer a varios de ustedes y voy a lamentar profundamente no pagar las consumiciones de todos, pero vieron que esto de los blogs no deja. Seguro que me va a dar vergüenza, me voy a reir de los nervios y no voy a decir nada memorable. Van a tener que obligarme a que hable con los mozos y me voy a resistir a pedir el truco del platito. Pero a pesar de todas estas muestras de aparatez, sepan que voy a estar siendo muy feliz.

Este blog es una de las experiencias más placenteras que tuve y tengo con la escritura. Ahora, con el arribo de los nuevos lectores, los del boom de Irma y Orlando, me siento un poco rara. Es como si de pronto una multitud estuviera espiando por encima de mi hombro el cajón de la ropa interior. No termino de saber si me divierte o me frikea o ambos. Pero mientras tanto, festejemos.

¡Feliz cumpleblog, blog!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La botellita del avión

Mi abuelo y mi baba, su consuegra, se caían bien. A su manera. A la extraña manera de caerse bien y demostrárselo que tenían ellos dos.

De parte de mi abuelo, estaban las invitaciones fuera de agenda. Mi baba me visitaba tres veces por semana cuando yo era muy chiquita, dos veces después. Mi abuelo cada tanto la invitaba a almorzar un domingo al mediodía. Mientras él estuvo "bien" (es un decir), salieron planes como un paseo en catamarán por el Tigre y hasta una semana de vacaciones en Chapadmalal. Cuando mi abuelo murió, nada de eso se repitió. Una de dos, o mi abuelo organizaba esas cosas o su presencia al menos frenaba el impulso de las dos abuelas contrincantes de arrancarse las mechas cual Mamachas del ring.

Mi baba sabía corresponderle. Cada vez que se iba de viaje (viajaba mucho, por laburo), pedía vino en el avión, se afanaba la botellita de 1/8 y se la traía de regalo a mi abuelo.

Es cierto que no era un pañuelo de seda del free shop ni un souvenir de la ciudad que había visitado, pero era algo. A mi abuela no le traía nada.

Mi abuela, celosa, tiraba indirectas del tipo "te trata de borracho", pero el viejo no picaba.

martes, 1 de septiembre de 2009

Una que existe

Esta mañana soñé con una banda de delincuentes que se reían, gritaban, comían, se peleaban. En resumen, dije, chacoteaban.

Así se decía en casa.

Para mi sorpresa, la palabrita existe, o quizás sería más correcto decir que está bendecida para su uso por la RAE. "Burlarse, chancearse, divertirse con bulla, voces y risa", define el diccionario.

¿Qué me contursi?

sábado, 29 de agosto de 2009

Me muero muerta

Mi abuelo no decía "morirse", decía "irse para la quinta del ñato". Lo pronunciaba "quinta 'el ñato" para forzar el diptongo, que aportaba mucho al efecto cómico.

Recuerdo en particular este diálogo, en alguno de los hospitales que transitó (el Pirovano, el Muñiz y el Tornú):

ABUELO (en la cama): Me voy.

ABUELA (pensando que gaguea): ¿A dónde vas a ir vos?

ABUELO: A la quinta 'el ñato.

viernes, 21 de agosto de 2009

Mi papá la rockeaba

Cuando mi papá cumplió 18 años, hizo una gran fiesta. Tocó con su banda de rock n´ roll. Se sirvió whisky. El rock y el alcohol, aparentemente avalados por mis abuelos, socios capitalistas del evento, no fueron bien vistos por la familia ampliada (tíos, primos y sobrinos del lado de mi abuela).

Y eso es todo lo que sé de esa ¿noche? Eso y esta foto, que es TODO.



¡Ah...! (suspiro) ¡Qué lindo que es mi papá! ¡Cuánta onda! Contaba mi abuela que aunque la formación musical de mi viejo había sido al piano, tocaba todo lo que le dieran: guitarra, acordeón o, como vemos en la foto, pandereta. ¡Qué foto! Parece que la hubieran mandado a hacer para mí. Mi papi y un instrumento de percusión. ¿Y la remera batik ajustada? ¡Ah...! (más suspiros de hija enamorada).

Me puse a pensar en esta foto a partir de los posts anteriores. Por primera vez me pregunté por qué no había más fotos de ese día que seguramente fue tan importante para mi viejo. Si hay varias de cada cumpleaños, por qué de éste solamente una.

Hasta que me di cuenta.

Obvio que hubo más fotos. Pero ésta fue la única que quedó en casa de mis abuelos. Por eso la tengo. Las otras se las debe haber llevado él cuando se fue a vivir con compañeros. Se habrán perdido en alguna huida o habrán ido a parar a alguna oficina de inteligencia.

Un día se descubre un archivo (porque seguro que hay archivos) y aparece el temible guerrillero "Aníbal", de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, con su remera batik ajustada y su culito redondo, tocando los teclados (porque hubo teclados, perdidos también) o cantando (hay micrófono en la foto). Quiero mínimo tres fotos más.

Ya sabés, Papá Noel. Yo me estoy portando bien. Vos hacé lo tuyo.

martes, 11 de agosto de 2009

Envejeciendo

Ayer busqué fotos para ilustrar el post anterior. No busqué demasiado. No quería amargarme viendo muchas fotos. Encontré aquélla y otra del cumpleaños de 11 de mi papá. Ésa la descarté porque pertenece a la Etapa Corticoides de mi viejo, y está muy gordito, con cara de nerd y toda esa angustia púber que cualquier alma sensible conoce bien.

Mientras escaneaba la otra, saqué cuentas. En la foto del cumpleaños de 11, mi abuelo tiene 56. La edad que tendría hoy mi papá. La caja con fotos había quedado en el comedor. Recordé que el paso del tiempo entre una foto y otra se notaba mucho. Recordé arrugas, bolsas debajo de los ojos. Cuando terminé de escanear, guardé rápidamente la foto en el sobre con las otras fotos, el sobre en la caja, la caja en el estante, y cerré la puerta del cuartucho. No quise mirar la foto de los 56. No quise jugar a cómo sería la cara de mi papá hoy.

Aunque mi hermano es muy parecido, no me sirve para imaginar cómo iría envejeciendo mi viejo. Primero, porque casi no lo veo, y cuando tengo que verlo, prefiero no mirarlo mucho. Y segundo, porque está obeso. Ja. Lo dije. Qué mala que soy. Exudo bilis por todos los poros.

lunes, 10 de agosto de 2009

Cumpleaños

En esta foto es 10 de agosto, mi papá cumple ¿dos, tres años? y mi abuelo, oh milagro de la paternidad, está feliz.

Hoy es 10 de agosto y mi papá, si no hubiera sido asesinado por la fuerza aérea argentina, cumpliría 56. Sería un papá bastante joven para esta treintañera.

La fuerza aérea festeja hoy su día. En casa no se festeja nada.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Comida de enferma

Estoy en cama, con fuerte dolor de garganta y mi consabida febrícula, que nadie que mire el termómetro se puede tomar en serio pero que a mí me plancha espantosamente.

Para la hora de la cena, tengo un antojo. La comida que me hacía mi abuela cuando las anginas no me dejaban tragar. La llamábamos "La Incógnita". Era un plato de puré muy blando que en su interior escondía un huevo pasado por agua. Yo sabía que estaba ahí, pero siempre me hacía la sorprendida.

También los ravioles de ricota con manteca me suenan a comida de enferma. Y ahí entraría mi abuelo en la anécdota, porque por alguna razón él era siempre el encargado de ir a La Juvenil a comprar ravioles de ricota. No fideos, no ñoquis, no ravioles de verdura. Ravioles de ricota. Pero no quiero ravioles. Quiero la "Incógnita" que me hacía mi abuela y que debe hacer más de quince años que no como.

UPDATE: Hoy, jueves, ahora mismo, estoy en la cama cenando la "Incógnita" que mi dorima me preparó, para lo cual tuvo que superar su aversión al huevo y aprender a hacerlo pasado por agua como me gusta a mí (con la yema líquida para mezclar con el puré, mmmh...!) Gracias, amor.

lunes, 27 de julio de 2009

Las como, sí, por favor

Y así como no se mencionaba la calle Esmeralda sin decir "Esmeralda, rascame la espalda", en estos días tan fríos que comí varias veces lentejas, nunca pude pensar en la palabra "lentejas" a secas, sin agregar "si quieres las comes y sino, las dejas".

(Me niego a poner fotos de guisos ajenos y no le tomé ninguna a los guisos propios, pero tendrán que creerme que me salieron muy ricos).

lunes, 20 de julio de 2009

Locro

A mi abuelo le caían muy bien los padres de mi compañerito Juan Pablo porque eran correligionarios. Una noche fuimos a un locro radical en algún lugar al fondo de una larga calle, por la zona de la ESMA (yo no lo identificaba de esa manera en aquel entonces, ni me parecía un área radioactiva, como ahora), y estaba este matrimonio. Yo los recuerdo muy formales y correctos. Nos sentamos a la misma mesa, ellos, mis abuelos y yo. Yo me aburrí como un hongo y mi abuelo se agarró un pedo tremendo. Tanto que hubo que irse. Y los padres de Juan Pablo nos acompañaron. Volvíamos por esa calle eterna y oscura y mi abuelo puteaba sin parar, no recuerdo a quién o por qué. Y los padres de Juan Pablo, tan educados, él abogado, ahí con nosotros.

Durante años dije que no me gustaba el locro, comida que había probado por primera vez en este evento. Creo que lo que no me gustaba era el recuerdo.

sábado, 18 de julio de 2009

Flaca

Cuando mi abuelo hablaba de una chica muy flaca, decía "ésa parece una jocketa".

miércoles, 15 de julio de 2009

Todo el abuelo en una sola oración

En estos días de ofri, me cuesta un Perú dejar la catrera.

martes, 7 de julio de 2009

Más arriba, más a la derecha... ¡ahí!

Tengo una amiga nueva, una española que se llama Esmeralda.

Cada vez que digo "Esmeralda", completo mentalmente: "rascame la espalda".

Creo que en casa jamás se dijo "Esmeralda" a secas.

miércoles, 1 de julio de 2009

Me mudo

El abuelo no se muda. Yo me mudo. Me mudo con mis preocupaciones, dudas y miedos de escritora a otra parte:

La Underwood.

A ver cómo me funciona esto de escribir sobre escribir. Escribir es una actividad muy solitaria, demasiado. Si quieren pispear y comentar, me van a hacer una gran compañía.

No prometo nada, no estoy segura de nada, pero ante la duda, mejor hacer que no hacer.

lunes, 29 de junio de 2009

Mi abuelo Benjamín

Estoy engañando a mi abuelo con mi otro abuelo.

Mi otro abuelo, al que no conocí, se llamaba Benjamín. Curiosamente, mi abuela materna nunca me habló de él como "el zeide" (ella es mi "baba") sino como el abuelo Benjamín, y así le digo.

Mi abuelo Benjamín se dedicaba a llevar libros contables, pero su pasión era la escritura.

Estoy pasando en la compu un libro suyo. Son poemas sobre los judíos que fundaron Moisés Ville. Sus suegros, mis bisabuelos. Los venía pasando a partir de otra versión transcripta en computadora, pero detecté cosas raras que me parecían errores de tipeo y no "licencias poéticas", como insiste mi baba. Por eso le pedí los originales.

Los originales están escritos en la vieja Underwood que ahora tengo en casa, aquella donde él escribió sus poemas, mi mamá tipeó documentos políticos, mi baba los hábeas corpus por mis viejos y yo, mis primeros textos. La letra "a" está siempre muy alta, lo cual me demuestra que mi abuelo, si bien escribía con todas las letras, no tenía verdadera práctica. Porque la "a", amigos, se tipea con el meñique izquierdo, que no suele tener demasiada fuerza a menos que te dediques a escribir o a mecanogrofiar.

Gracias a estos originales, acabo de descubrir que los números romanos que interrumpían arbitrariamente los poemas, son números de página y no van más allá de III porque ningún poema tiene más de tres hojas y están enganchados por separado.

Y además descubrí que en un poema cada estrofa tiene diez versos, y que en otro hay cinco estrofas de tres rematadas por una estrofa de un único verso. Es decir que estoy entendiendo lo que quiso hacer mi abuelo Benjamín, qué estructura les quiso dar a sus poemas, todo eso que se había perdido en la transcripción anterior.

Me dio tal ataque de entusiasmo nerd de escritora, que lo tuve que postear.

sábado, 27 de junio de 2009

Confesión

Los tipos en calzoncillos largos me calientan.

Mi abuelo usaba calzoncillos largos todo el invierno.

Y evitemos el "si A entonces B", porque si lo pienso debería reconsiderar lo de dejar análisis y no quiero.

jueves, 25 de junio de 2009

Fuera de foco

Pero linda:

Nótese cómo el viejo se inclina para apoyar su cabeza en la mía.

Me acuerdo muy bien de mis zapatillas con cintas rosas en lugar de cordones. Fue todo un logro que me las compraran cuando todavía estaban de moda.

El lugar, obviamente, es la plaza Belgrano. Al fondo se aprecia la Recova, por aquel entonces un lugar oscuro y húmedo que metía miedo, antes de los cafés y las heladerías.

miércoles, 24 de junio de 2009

Bien llevada

Ni a cocochito ni a cococho. A mí mi abuelo me llevaba a caballito. Las demás expresiones nos sonaban provincianas y nos daban gracia. No tengo idea por qué.

lunes, 22 de junio de 2009

Sobre las puteadas

Hace varios días que tenía ganas de escribir sobre esto.

Cuando yo digo que mi abuelo puteaba mucho, no sé si el lector se hace una clara idea de lo que eso significa. Mi abuelo podía mandarme a la reputa madre que me parió por pisarle un callito, decir "ya voy" más de tres veces y no ir nada, o por ponerme a llorar porque casi mato a un pez. Y jamás se me ocurrió que esa puteada hiciera referencia a mi vieja, a quien él había querido mucho y de quien sólo le escuché decir cosas buenas. Más me jodía que me dijera cosas como "marmota". Eso era personal, yo era la marmota, pero lo otro no tenía ninguna relación conmigo. Como cuando decía "me cago en Dios". Era una puteada lanzada al espacio, ahí donde estaba ese mítico Manolo que lo escuchaba. Pero ojo, eso no quita que gritara y se le saltaran los ojos y casi, casi le saliera espuma por la boca.

Cuando me enojo mal mal mal, me sale putear. Mandar a la mierda, cagarme en todo. Y nada de esto significa mucho para mí. Es solamente la verbalización de mi bronca y mi impotencia. Peor me parece decir de alguien que es "un cretino" o "una buscona".

Muy linda la explicación, pero cuando me enojo mal mal mal, del otro lado puede haber una persona que no tiene por qué saber ni comprender que para mí las palabrotas no son el peor insulto, que ni siquiera son insultos. Hace unos días me pasó algo de esto y tuve conciencia, por primera vez, de que eso de haberme criado en un hogar en el que un señor me mandaba a la mierda a cada rato y por nada, no era gratuito ni tan chistoso.

Y que ya instalada en mis treinta, no puedo seguir echándole la culpa a mi crianza por mis defectos.

domingo, 21 de junio de 2009

Ineludible

No saben cuánto me gustaría poder escribir sobre otra cosa hoy, pero no. Odio el día del padre y me siento como la mierda cada año. No me resigno a que nunca, nunca, voy a tener a mi papá, a escuchar su voz, a saber cómo sería la disposición de sus arrugas y cómo iría encaneciendo. Hoy no hubiera podido pasar el día con otros padres con sus hijos, con otros hijos con sus padres. Me imaginé a Daniela, que tiene seis años, preguntándome por qué yo no lo pasaba con mi papá. Me imaginé respondiéndole que mi papá se murió y es mentira, no se murió, lo mataron. Pero no se le puede decir eso a una nena de seis años.

Más sobre esto mismo: acá y allá, en Montpellier.

jueves, 18 de junio de 2009

Domani

Con mi analista acuñamos la expresión "pensamiento anticipatorio" para referirnos a mi tendencia a pensar excesivamente en lo que pasará mañana. Esto tiene sus ventajas: puedo ser la reina de la logística. Y también sus desventajas, cuyo extremo han sido las relaciones de pareja en las que lo bueno estaba siempre por llegar.

En este momento de mi vida, trato de habitar más el aquí y ahora (no por nada escribo teatro). El exceso de planificación que en una época me caracterizaba, se me debe haber perdido en la mudanza, en el viaje o vaya uno a saber dónde.

Sin embargo, si algo importante está por suceder, sea bueno o malo, es en la anticipación donde alcanzo los picos de emoción.

Mañana, o domani, como diría mi abuelo, que no era tano pero al que igual se le pegaron estas palabritas, domani, decía, me dan el diploma que certifica mi calidad de Licenciada en Ciencia Política. Y juro. Porque después de cuatro años de trámites administrativos, no quería retirar el pelpa por ventanilla. Si mal no recuerdo, juro por la Patria. Había otras opciones, pero no me convencían. Varias con Dios, los Evangelios y todos los santos. Una que un lector desprevenido podría pensar que era mi elección segura: por la vigencia de la Constitución y los Derechos Humanos. Los DDHH me tienen hinchados los coquitos y la constitución, vamos, es una ley, aunque sea la más grosa de todas. Me sentiría demasiado alfonsinista piyándome por las instituciones. Lo siento por los deudos de Raúl Ricardo, que sé que hay varios que leen este blog. "Por mi honor" no estaba; se ve que los graduados de Sociales no tenemos tal cosa, o quizás el honor es concepto muy pequeñoburgués. Así que me incliné por la Patria. Al fin y al cabo, estudié esa carrera por mis viejos. Como muchos que los tienen vivos, por cierto. Necesitaba comprender los procesos históricos y políticos para poder pensar mi historia en esos términos, más impersonales, menos trágicos. Para poder pensar la política así, lejos del "fervor montonero" del que hablaba mi viejo en una carta suya que conservo. Siempre supe que era por esas razones. Por ellos.

Así que mañana juro por la Patria, por la de ellos, la que ellos quisieron, en nombre de la que murieron y quizás mataron también. Aunque ver escarapelas en la Semana de Mayo me haga correr un frío por la espalda, aunque el nacionalismo que brota en los mundiales de fútbol me dé miedo, aunque tenga ganas de vivir parte de mi tiempo en otro lugar porque este país y sus miserias me asfixian por momentos, juro por la Patria. Quizás me asfixia y me las quiero tomar porque me duele, aunque decir esto suene muy Sabato o muy Aguinis (otros dos no-amigos de la casa). Juro por la Patria porque entre una abstracción y otra, me quedo con ésta, que por lo menos me sabe familiar. Literalmente.

Tal vez mañana, cuando haya que decir "por la Patria", le agregue mentalmente un "socialista". O tal vez esté más preocupada porque se me bajan las medibachas (así decían mis abuelos, mientras las mamás cancheras decían "medias can-can") o porque me rasqué un ojo olvidándome de que me puse rímel, y nada de esto me importe demasiado. Por eso había que decirlo hoy. Porque en el pensamiento anticipatorio, eso que sucederá mañana, ya está sucediendo. Y mañana, mañana será otro día.

jueves, 11 de junio de 2009

Yuta yuta yuta

A mi abuelo la policía le daba mucho odio, por múltiples razones, todas ellas previsibles.

La carga de desprecio que le ponía a la palabrita "taquería" (comisaría) no tenía igual.

miércoles, 10 de junio de 2009

No corta de vista, no hipermétrope

Me estoy quedando chicata.

martes, 9 de junio de 2009

Sol

Cuando yo tenía trece años, las Abuelas de Plaza de Mayo publicaron un libro con textos míos y de Yamila Grandi.

No puedo no sentir vergüenza cuando releo ese libro. Pasaron casi veinte años y no consigo tomar distancia como para reírme o enternecerme. Aunque se trate del primer poema que escribí, a los ocho, igual lo juzgo como si fuera poesía y obviamente me parece cursi, obvio, etcétera.

Me abochorna especialmente un "prólogo" en el que hago un balance de mi vida, ¡a los trece! Pero en ese texto hay una frase final que desde hace un tiempo vuelve y vuelve, y no me pone colorada ni me da ternura, porque siento que ésa es yo:

"Hoy es sábado, salió el sol, estoy sentada frente a mi máquina de escribir y sigo soñando con ser escritora".

Después me olvidé y fui perito mercantil y politóloga y militonta full time.

Hoy, como ese día, es una tarde de invierno con sol y de pronto resulta que me dedico a esto, que estoy todo el día en casa escribiendo, que me duele el brazo derecho por culpa del cursor y que necesito una silla de oficina y no ésta vieja de mi tía Solita, petisa y con un resorte en el medio del culo, porque esto, escribir, es lo que hago.

domingo, 7 de junio de 2009

Me muerdo la cola

A veces me dan ganas de postear acá cosas que no tienen que ver con mi abuelo. Tengo ganas de escribir sobre la niña que fui, pero en anécdotas en las que mi abuelo participa poco o ni aparece.

Y a veces pienso que quizás este blog mute hacia un blog-diario íntimo, y no me parecería rara esta trayectoria.

A veces pienso demasiado en este blog. Me pregunto qué representa en mi escritura, cómo lo leerán aquellos que no me conocen, qué destino tendrá, si es que tiene alguno.

A veces pienso en llevar otro blog, otros blogs, y también que necesito salir a la calle.

"Usted puede sanar su vida escribiendo. Pregúnteme cómo".

viernes, 29 de mayo de 2009

La vida y el canto

Estoy estudiando canto y a que no adivinan a qué género pertenece la canción que estoy preparando.

Díganme, ¿no es demasiado?

¿Es un atenuante que sea un valsecito?

martes, 26 de mayo de 2009

Más sobre la radio

La carcajada de Baba* Vignola es tan mi infancia, que no puedo dejar de contarlo acá, aunque parezca que estoy parasitando a Héctor Larrea.

(Si de casualidad el productor del programa "Una vuelta nacional" es lector, sepa que con mucho gusto iría al piso a hablar de mi abuelo).


Asterisco: el lector Federico me ha hecho notar el "delicioso" furcio. ¡Gracias! Obvio que no lo corrijo. 

jueves, 21 de mayo de 2009

Una nerdeada sobre este blog

El hit total de las búsquedas en google que te traen a este blog, es la cortina de "Rapidísimo", "en la mañana, fresca y temprana como una rosa". Les doy la bienvenida, lectores nuevos. Creo que se sentirán muy cómodos en este blog.

A esa canción le sigue la gerontopornografía:

- "abuela caliente"
- "mi abuelo pijudo"
- "abuelo y nieta desnudos"
- "abuelos chupando culo de la abuela" (el plural de "abuelos" ya me parece mucho)
- "me la mamó mi abuelo"
- "me tiré a mi abuela" (no quiero mandarme la parte de mis dotes detectivescas, pero sospecho que este lector es el mismo de la búsqueda anterior)

Pornolectores: pueden no quedarse si no quieren, no se sientan en un compromiso, especialmente el incestuoso y el de los abuelos lameculos.

Muchos llegan buscando información sobre Juliana, mi amiga más famosa.

Hay muchos seguidores de Los Piojos que quieren saber qué es estar escofinada. Daría todo porque se hagan fans de este blog.

Son también varios los que se preguntan cuál es el diminutivo de las palabras "abuela", "abuelo" y nieta". Vamos, che, no es tan difícl. Y hay quien duda si "abuela es adjetivo".

Dos búsquedas que creo que tienen relación: "mi abuelo era cocaíno" (sic) y "pegarse una biaba".

Me gustaron "los evangélicos y la acupuntura" y "frases que puedo poner en las tarjetas de los 80 años de mi abuelo". Y ésta me angustió: "Vivo con mis abuelos y ya no quiero estar ahí".

La más desopilante: "derrame cerebral en peces", nos lleva sin embargo a uno de los posts más tristes, para mi gusto.

Alguien entendió el concepto: "Palabras dichas por mi abuelo".

Y alguien sabía bien lo que buscaba: "mariana perez + cosas que decía mi abuelo". Eres un gran detective, lector, estoy muy orgullosa de ti.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Directo

Cuando nos mudamos a Matienzo y Cabildo, lo que más contrarió a mi abuelo fue terminar tan lejos de cualquier parada del 64, colectivo que lo llevaba a Palermo.

martes, 19 de mayo de 2009

Familia

Cuaderno de segundo grado.

La consigna del dibujo es "La familia en la ciudad. ¿Qué tareas hacen?"


Aquí vemos a mi abuelo vendiendo tarjetas de estacionamiento. No dibujé a nadie más.

(Entre paréntesis, el borratinta resiste muy mal el paso del tiempo).

sábado, 16 de mayo de 2009

Post post premio

Cuando me llamaron del Festival de Buenos Aires, descorchamos champán, nos encurdelamos*, comimos, charlamos a los gritos, nos reímos y hasta hicimos una entrevista para el nuevo proyecto editorial (qué misteriosa).

Estaba con mis fieles compañeros de aventuras Cata y Jose. Pero pasaron las horas y cada uno tenía otra cosa que hacer. Yo también, pero no tenía ganas de ir a depilarme. Así que me acosté con Manual de perdedores, a leer y cabecear con el libro abierto, uno de mis pasatiempos preferidos. Me tiré vestida sobre la cama hecha, así que agarré una mantita para taparme. Ésta.

Cuando me levanté, anduve largo rato por la casa como un fantasma o más bien un jefe indio, con mi manta rosada en los hombros. Estaba perdida, asustada, incrédula. Cada cinco minutos decía "Gané" pero no sonaba real.

Si lo mejor que tiene haber ganado ese premio es que es por Peaje, mi primera obra larga ajena al temita, ¿por qué siento que sigo dándole vueltas al temita todo el tiempo?

Asterico: Ah, sí, una palabrita del abuelo, para que nadie piense "¿y este post acá, qué onda?".

viernes, 15 de mayo de 2009

¡GANÉ!

Éste es mi blog, ¿o no? No es un blog-diario, pero de alguna manera sí. Porque no es casual que yo me acuerde un día cómo puteaba mi abuelo o por qué se decía en casa que él y yo éramos igual de chinchudos.

Es un blog temático y el tema es mi abuelo. Pero no tengo otro lugar donde gritarlo y quiero gritar porque estoy feliz y quiero que todo el mundo lo sepa:

¡GANÉ EL PREMIO "GERMÁN ROZENMACHER" DE NUEVA DRAMATURGIA POR PEAJE, QUE ES UNA COMEDIA Y CARECE DE PERSONAS DESAPARECIDAS!

Quisiera colgar un banner gigante que cruce todo el cielo.

Levanto mi copita de champán con ustedes también, lectores. Gracias por estar ahí. Aunque no comenten, los tengo del Google Analytics.

Ah, Peaje está viernes y sábados a las 22.30 en Pan y Arte, Boedo 878.

jueves, 14 de mayo de 2009

Otoño

Como diría mi abuelo, se vino el ofri.

Sigo reportando desde el pasado pero menos chinchuda

Porque me doy cuenta de que también estoy diciendo muy seguido la palabra "chocha" en estos días.

miércoles, 13 de mayo de 2009

¡Auxilio!

Como si no me alcanzara con llevar este blog para retroceder en el túnel del tiempo lingüístico, estoy releyendo Manual de perdedores, de Juan Sasturain. Sentada en un bar de Boedo, tomando una cerveza y leyendo, me dio por escribirle a mi amigo Maivan, otro porteño de ley: "¡Qué broli!"

Cosas que le pasaban a la paciencia de mi abuelo

Mi abuelo no me amenazaba con que se le agotaba la paciencia. Mi abuelo decía "no me embromés la paciencia" (versión ATP) o "no me jodás la paciencia" (versión adultos, con mala palabra).

lunes, 11 de mayo de 2009

El adjetivo que faltaba

Y dijo M. sobre su hijo León: "se pone muy chinchudo".

Ya habían aparecido en este blog el concepto de "chinche" y el verbo "enchincharse". Pero tenía olvidado el adjetivo "chinchudo/a", que era lo que le estaba haciendo falta a los posts anteriores. Estoy chinchuda. Me hicieron enchinchar. Tengo una chinche bárbara.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Sigo puteando

¡¡¡Y QUE LOS RECONTRA MIL REPARIÓ!!!

martes, 5 de mayo de 2009

Puteada

¿Dónde quedó la peleadora que era yo? La que se abrazaba a sus convicciones como a un salvavidas de granadas. La que no sentía necesidad de disimular nunca una cara de culo. La que se parecía a su abuelo gallego, gritón, puteador. 

¿Está bueno extrañar a esa jodida que solía ser? No lo sé. Pero a veces miro a esta mina que huye del conflicto como de la peste, y no reconozco en ella a la niña de este blog.

Hoy me calenté con dos personas que "me colmaron la medida", expresión que según jose es muy deciamiabuelo, pero que para mí es lo más común del mundo. Me calenté y pataleé y conseguí mis objetivos, al menos los inmediatos. Y volví a sentir ese gustito a pelea y no me gustó. Pero tampoco me gusta el sabor a cobardía que me inunda la boca de un tiempo a esta parte; las puteadas llegan hasta los labios y vuelven, como las olas. Y me las trago. Y me está haciendo mal.

¡¡¡ME CAGO EN LA REPUTA MADRE QUE LOS REMIL PARIÓ, HIJOS DE UNA GRAN PUTA!!!

Así puteaba mi abuelo, con mucho retruco y falta envido.

Sigo atorada en el túnel del tiempo

Hoy dije "timbos" por "zapatillas".

jueves, 30 de abril de 2009

Otra que la teoría de los humores

Anoche no hubo manera de que mi organismo digiriera dos modestas porciones de una chica de napo. Mi diagnóstico fue: "es por la mala sangre que me estoy haciendo con ((plin plin plin))".

¿"Mala sangre" es algo que dice que la gente normal de nuestra edad, los que no se criaron rodeados de viejos ni escuchando tangos ni jugando al chinchón por plata? ¿Califica para este blog o me andan escaseando las ideas?

lunes, 27 de abril de 2009

Cordones

Mi abuela me ponía las zapatillas, mi abuelo me enseñaba a atarme los cordones.

¿Explica este ejemplo los motivos de mi, por llamarla de algún modo, preferencia? Mi abuela no me dejaba hacer nada. Nada de nada. Si mi abuela viviera y me convidara hoy una taza de té, todavía le pondría ella en la cocina la cantidad de cucharadas de azúcar que le dictara su inspiración en el momento.

El nudo, el dedo en el medio, el moñito, me lo explicó mi abuelo. Eso sí, la pavada de que si uno tiene el cordón desatado, se lo pisa, se va al suelo y se mata del golpe, la abonaron entre los dos. Y todo el que camina conmigo lo sufre hasta el día de hoy, cuando freno porque al otro se le soltó el cordón y no arranco de nuevo hasta que no se lo ata.

miércoles, 22 de abril de 2009

El juego de quedarme a comer en lo de Cata

Mi abuelo era el que me iba a buscar al mediodía a la escuela para que almorzara en casa. Mi abuela, mientras tanto, ultimaba detalles de la comida. Llegábamos y casi siempre le hacíamos el mismo chiste.

Yo me escondía en el hueco de la escalera del edificio (vivíamos en planta baja) y mi abuelo abría la puerta del departamento y gritando, para que yo lo oyera, le decía a mi abuela:

- Mariana no vino. Se fue a comer a lo de Catalina.

Entonces mi abuela, fuerte para que yo la oyera, y con la puerta todavía abierta, respondía:

- ¡Qué barbaridad! Siempre lo mismo, esta chica. Me hace cocinar de más.

Y entonces mi abuela salía al hall e iba hasta la puerta, como si fuera a ir a buscarme a lo de Cata, y yo la "sorprendía".

Otra variante era treparme del lado de afuera de la escalera y esperarla en el descanso. El descenso era en sus hombros.

Si Catalina venía a comer a casa, ella también se escondía conmigo. Y creo que mi abuela nos bajaba de la escalera en hombros primero a una y después a la otra.

Tuve una época de jugar a esto con mis abuelos todos los días. Excepto cuando iba de verdad a comer a lo de Cata.

miércoles, 15 de abril de 2009

Con una chica no hacemos nada

Si mi abuelo quería encomendarme que guarde silencio, me decía que me quede "muzzarella".

Teniendo en cuenta el tamaño de mi boca, debía ser una grande.

domingo, 12 de abril de 2009

Hoy es el día

Hace muchos años que me quiero hacer de Racing y no me animo.

Me hice de Boca muy chiquita, de puro fanática de Maradona. Mi abuelo era hincha de Racing y mi viejo también lo había sido. (Mi viejo además hacía fuerza por un club de Caseros, pero ahora no me acuerdo cuál, lo que habla bien de mi salud mental).

Hace muchos años que estoy enojada con Maradona y con Boca y con Macri, y que sé que tengo que hacerme de Racing. Pero la verdad que afiliarme a otra causa perdida no me tentaba.

Cierto que festejé el campeonato del 2001, cuando me despertó en la habitación de la pensión en Madrid el grito de un único argentino en Gran Vía y Hortaleza gritando "Oooh, dale la Acadé..." Pero aún así, no me decidía.

Bueno, hoy es el día. Así, porque sí. Hoy me hago de Racing. Quiero vivir fecha a fecha la emoción de estar a punto de caerme del mapa. Quiero gritar cada gol como si fuera un campeonato. Sí, los Perez somos unos perdedores, ¿y qué?

Mi abuelo nunca intentó hacerme de Racing. No se le iba a ocurrir inculcarle fútbol a una nena; en ese sentido era bastante machista. Hay muchas cosas de mí que no se hubiera imaginado nunca, pero sé que le gustaría la mujer que soy. Y que le encantaría tomarse un fernet mirando "Fútbol de primera" en la tele blanco y negro con la que soy ahora, o mejor, con la que voy a ser en cuanto aprenda un poquito más de la actualidad de la Academia.

viernes, 10 de abril de 2009

Esta noche me emborracho

¿Alguien me explica cuál es el sentido de enseñarle a una niña la letra entera de "Esta noche me emborracho"? Hablo del tango que empieza así:

Sola, fané y descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret.
Flaca, dos cuartas de cogote,
y una percha en el escote
bajo la nuez.
Chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez.
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao.
Yo que sé cuando no aguanto más,
al verla así rajé,
pa' no llorar...

Y pensar que hace diez años
fue mi locura.
Que llegué hasta la traición
por su hermosura.
Y esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor.
Que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja
me hice ruin y pechador.
Que quedé sin un amigo
que viví de mala fe
que me tuvo de rodillas
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.


Y termina:

Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.


Hacerme cantar eso era la diversión de mi abuelo y mi abuela materna. ¿Alguien, por favor, me explica?

miércoles, 8 de abril de 2009

Vista

Mi abuelo sólo usaba anteojos para leer. Para ver de lejos, no.

Durante muchos años, yo seguía viendo tan bien como cuando era chica, mientras todos a mi alrededor comenzaban a usar anteojos e incluso se operaban. Hace un par de años empecé a usar anteojos para la compu. Y hace una semana por primera vez temí perder un bondi porque ya lo tenía muy encima y no distinguía qué numero era (tengo que aclarar que estoy recién mudada a un barrio nuevo y no conozco los colectivos).

Supongo que muy pronto voy a tener que usar anteojos. Serán lentes de contacto, porque no soportaría no poder frotar mi cara con la de mi chico. O no poder refregarme la ropa por la cara para saber si está seca, que es otra cosa animalesca que hago.

Cuánto que me había ilusionado con heredar la vista de mi abuelo, y no sólo su mal carácter y sus pies planos.

martes, 7 de abril de 2009

Negra

"Más caliente que negra en baile", dijo mi abuelo, y yo era tan chica que no entendí.

Pregunté. Mi abuela intentó pilotearla con lo de la calentura como sinónimo de enojo, pero entonces yo no comprendí por qué la morena se enojaba en el baile.

lunes, 6 de abril de 2009

Post sin título

Hace un par de meses volvió el cable a mi vida. Y lo que más tengo ganas de ver, son las series que veía hasta la crisis del 2001. Hoy estaba viendo "Everybody loves Raymond". El abuelo cascarrabias y papelonero tenía la primera conversación con la nieta, de unos ocho años. No sabía cómo hablarle, qué decirle. Me acordé de mi abuelo y me dieron ganas de llorar.

Sí, viendo el canal Sony.

miércoles, 1 de abril de 2009

Mi Alfonsín particular

Habían pasado unos pocos meses desde que asumió Alfonsín (cuya campaña electoral había seguido en la tele con tanta pasión como si fuera "Señorita Maestra" o "Burbujas"), cuando tuve con mi abuela el siguiente dialoguito:

YO: A mí me defraudó Alfonsín.
ABUELA (sorprendida): ¿Por qué?
YO: Porque yo pensaba que Alfonsín iba a abrir todas las cárceles y los desaparecidos iban a volver.

Plop, hizo mi abuela. Y se acordó de haber escuchado a Alfonsín hablar de la liberación de los presos políticos. Poco tiempo después, yo le explicaba a ella que mis papás estaban muertos, que no los esperara más, que tenían que estar muertos por la sencilla razón de que no venían a buscarme.

Antes de que esta ola amnésica nos tape, permítame el lector recordarle algunas cosas que Alfonsín no hizo por democracia ni por la justicia. La Conadep sólo recogió los testimonios de las víctimas, sin investigar nada por iniciativa propia. El Juicio a las Juntas nos quedó chico: no puedo festejar los cuatro años de prisión de Agosti, ni que no se considerara probado que los milicos se afanaban pibes como metodología represiva, entre otras perlitas. Se creó el Banco Nacional de Datos Genéticos donde mi familia dejó su muestra de sangre, pero a mi hermano lo tuve que encontrar yo, yo en persona, trabajando en Abuelas, no en el Estado. Cuando los milicos lo apretaron, Alfonsín nos desmovilizó con su ex célebre "Felices Pascuas". Me guardo, para no aburrir con obviedades, cualquier comentario sobre el Punto Final y la Obediencia Debida. Y para no herir la susceptibilidad de los deudos, no voy a mencionar otras cosas que quedan por fuera de su política de Derechos Humanos. Pero bueno, nada de esto importa ya, porque Alfonsín se está ganando post mortem la amnistía que nunca recibieron muchos presos políticos que siguieron en gayola (para usar un término caro a este blog) durante su gobierno.

martes, 31 de marzo de 2009

RA

No me cabe ninguna duda de que mi abuelo integra el Comité de Bienvenida al Dr. Raúl Ricardo Alfonsín en el Purgatorio.

No digan que no les avisé: muy pronto habrá plazas, calles y escuelas con su nombre, algún billete tendrá su imagen (alguno conmemorativo del Bicentenario desde ya, pero quizás algún billete común y corriente también), Chascomús será rebautizado "Alfonsín" y el Word te va a tirar "Alfonsín" como sinónimo de "democracia".  

Muere un radical, nace un prócer.

Mi abuelo, de parabienes.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Verdaderas intenciones

Seguro que el post de ayer atrajo a nuevos lectores que guglearon "susana gimenez pena de muerte".

Al final soy una falluta y los derechos humanos me importan un pito.

(¿Ven a qué me refería en esta oportunidad?)

martes, 17 de marzo de 2009

Dinosaurio vivo

A Susana Giménez hay que perdonarle lo que dijo sobre los derechos humanos y la pena de muerte porque le tocaron un ser querido. Además, Susana dice cualquier cosa. "¿Un dinosaurio? ¿Vivo?"

En cambio, a mi abuelo le desaparecieron un hijo, una nuera y un nieto y no recuerdo haberle escuchado nunca decir que el que mata tiene que morir. 

domingo, 15 de marzo de 2009

Mi habla envejece

Quizás sea una consecuencia no prevista de este blog.

Quizás tenga que ver con que hace poco me mudé y por primera vez en años, casi diría por primera vez desde que dejamos el departamento de Obligado en 1987, me siento en casa.

Quizás sea porque, como ya dije alguna vez, desde que murió mi abuela, hace tres años, todo este mundo de mi infancia es ficción.

Quizás sea porque mis ganas de escribir sobre el temita, o mejor dicho, sobre mi vida atravesada por el temita, son cada vez más fuertes.

Quizás sea culpa de Irma y Orlando.

Como sea, cuestión que cada vez hablo más como una persona de cincuenta para arriba y en un registro más canyengue, según definición de mi co-equiper Jose. Lo raro es que ya no trabajo con viejos y que nunca estuve más en contacto con "lo moderno" que en este momento de mi vida. ¿Ven? ¿A quién se le ocurre hablar de "lo moderno"? Bueno, así estoy con todo.

¿A dónde iremos a parar?

miércoles, 11 de marzo de 2009

Reflexiones gilas

En la escala del 1 al 1o, ¿cuán deciamiabuelo es la expresión "logi", como vesre de "gil"?

No se la recuerdo especialmente a mi abuelo, pero yo le doy un 9.

Mi abuelo sí me decía "gila", el femenino, que también me parece muy logrado.

Y qué lindo es el insulto "¡gil!". Qué potente, qué conciso.

martes, 10 de marzo de 2009

In your face

Con mi abuelo veíamos los primeros partidos de la NBA que se televisaron en el país.

Muy cool, ¿no?

Lástima que también mirábamos "Gladiadores americanos". Eso da la pauta de que en realidad veíamos cualquier cosa que dieran en el 9.

lunes, 9 de marzo de 2009

Incógnita

Algún día voy a hacer arreglar una cajita de música que tengo y que no anda. Tiene rotas las patitas metálicas, ésas, las flexibles. Estuvo desde siempre en la casa de mis abuelos. En mi casa.

Parece un alhajero. Todo dorado, en la tapa tiene un dibujo de unas pastorcitas en el río. Y adentro, es de felpa roja. Y debajo de un cartón plegado y forrado en felpa, la cajita de música. Y adentro adentro, adentro del rollito, ya no sé.

Tengo una cajita de música cuya melodía desconozco. Suena a metáfora, pero no la entiendo.

(Con poco más que esto, Nicole Krauss escribió un best-seller. ¡Ay, Perez, más escritura y menos resentimiento!)

sábado, 7 de marzo de 2009

Sincretismo

(No sé por qué vienen apareciendo posts sobre política. Pero bueno, no sé por qué tengo este blog, así que no importa).

A pesar de ser radicales hasta la médula, a mis abuelos les cabía Evita. Cuando murió, fueron parte de la multitud que se acercó a despedirla. Y siempre me contaban que cuando nació mi papá, escribieron a la Fundación Eva Perón explicando que como mi abuelo era comerciante, necesitaban un teléfono para que mi abuela pudiera comunicarse con él si le pasaba algo al bebé; y que a los pocos meses les pusieron una línea. Sí, sí, la anécdota es incomprensible. Algo falla. Quizás mi memoria, o no entendí bien en su momento. O capaz que la anécdota es cualquiera, y listo.

Cuestión que adelante radicales todos unidos triunfaremos.

viernes, 6 de marzo de 2009

Otro radical no querido

"No hay nada que hacer, Don Perez".

Así le dijo Arturo Balbín a mi abuelo cuando fue a pedirle que hiciera algo por su hijo desaparecido.

Y agregó que "eran extremistas", o subversivos, o alguna otra palabra de moda.

Desde ese día, mi abuelo no lo quería mucho a Balbín.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Para un radical, hay cosas mejores que otro radical

Mi abuelo lo bancaba tanto al Peludo (Hipólito Yrigoyen) como despreciaba al Pelado (Marcelo T. de Alvear). 


Sí que era viejo mi abuelo. 

miércoles, 18 de febrero de 2009

Cartas

1 de espadas: el ancho.

1 de basto: ancho de basto. 

7 de oro: 7 velo. 

10, 11 y 12: las viejas. 

Comodín: el mono. 

Así les decía mi abuelo a las cartas cuando jugábamos truco, escoba o chinchón.

Lectores: ¿alguien sabe otras maneras viejas de nombrar las barajas?

viernes, 13 de febrero de 2009

Juliana

Cuando mi amiga Juliana Inés García Recchia era chica, andaba por el barrio contándole al kiosquero, al diariero y a quien fuera: "a mi papá lo mataron y a mi mamá se la llevaron". A Juli también la criaron los abuelos. Los maternos, en su caso. A la mamá de Juli también la secuestraron embarazada y ella también supo siempre, por testimonios, que su hermano había nacido en cautiverio. En algún momento de su vida, Juli también sintió que era hora de ponerle el cuerpo a la búsqueda y empezó a trabajar en Abuelas de Plaza de Mayo.

Pero más allá de todas esas coincidencias, con mi amiga Juliana compartimos un montón de sentimientos en torno a nuestros viejos, nuestros abuelos, nuestros hermanos. Y cuando digo que los compartimos, no me refiero a que estemos siempre de acuerdo. Digo que nos importa contarle a la otra, aunque nos putee. Con Juli nos hemos puteado varias veces.

Pero también nos pasaron otras cosas. Ella vivió el encuentro de mi hermano como algo personal. Y siempre estuvo ahí para escucharme, cuando muchos sólo querían decirme lo que tenía que sentir y hacer. A mí sus hijas me despertaron un montón de inquietudes sobre lo que debe haber sido para mi vieja tenerme a mí... y que la separen de mí. No puedo evitar identificarme con su hija mayor, Lola, que entiende siempre todo, que entiende siempre de más para su edad.

Juliana no es la única "hermana-que-busca-hermano" que conozco, pero es... es... es mi amiga Chuli.

Hoy Juli encontró a su hermana.

Quisiera escribir mucho más. Escribir hasta que las palabras expresen lo mucho que la quiero y la admiro. Escribir hasta llorar. Escribir hasta mostrarle al mundo todo el abismo de amor que tenía Juli en el pecho hasta hoy, hoy que por fin pudo abrazar a su hermana.

Creo que no soy tan buena escribiendo, o me falta paciencia, o todo es muy reciente.

Quisiera escribir sobre el abrazo que nos dimos hoy, Chul, amiga, compañera, hermana. Creo que nunca abracé así a alguien, tan sabiendo qué siente el otro. Nunca un abrazo tuvo tanto sabor a victoria.

Quisiera poder escribir sobre la alegría, sobre el alivio, sobre tus viejos y los míos, sobre un mundo más justo como el que ellos soñaron, sobre esos viejitos que hicieron lo mejor que pudieron con las nietas que les dejaron y para encontrar a los nietos que les quitaron.

Pero me urge decirte que te quiero, Chuli, y contarle a todos lo feliz y orgullosa que estoy.



En la foto: felices en el Tigre hace un par de años, porque las huérfanas también sabemos divertirnos.

jueves, 12 de febrero de 2009

Una obviedad

Si la picada salía con cerveza, era Quilmes Imperial.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Burrerita

La otra noche cruzamos volando en bicicleta la avenida Córdoba. Le jugábamos carrera al semáforo. Ganamos, por supuesto.

Yo grité: "¡Y cruzaron el disco!"

Así, del alma, sin recordar especialmente a mi abuelo.

Así te tengo adentro, abue. No como memoria, como parte de mí.

Nunca volví a ir al hipódromo, pero me salen esas cosas cuando corro carreras.

martes, 10 de febrero de 2009

Última vez

Veníamos de la plaza Belgrano (en rigor, la de enfrente, la de los juegos), caminando por la vereda par de Obligado al 1900. Solos, en uno de esos ratos para nosotros dos que, estoy segura, él disfrutaba tanto como yo.

Aunque mi abuelo no puso cara de estar disfrutando cuando se lo pedí. Protestó, rogó, me explicó que era viejo. A pesar de eso, insistí. Y él accedió. Fue media cuadra nada más y supe que no iba a volver a suceder.

Aunque era muy chiquita, tengo un recuerdo vívido de esa última vez que mi abuelo pudo llevarme sentada en sus hombros.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Ambiente

Ya lo adelanté en otra parte, pero no quiero dejar de remarcarlo, porque cada vez que lo pienso me sigue haciendo mucha gracia: mi abuelo se refería a su dentadura postiza como "el comedor". Y yo me imaginaba un ambiente con mesas y sillas adentro de su boca y me mataba de la risa.

martes, 3 de febrero de 2009

¿De cábala?

Mi abuelo no era supersticioso: era "cabulero".

miércoles, 28 de enero de 2009

No asumido

Mi abuelo tenía pelo sólo a los costados, y poco. Supongo que de un costado se lo dejaba más largo, porque se peinaba onda raya al costado exagerada, o sea, con el pelo de un costado haciendo todo lo posible por taparle la bocha. Y digo que lo supongo porque nunca, pero nunca, lo vi despeinado. A mí me gustaba pasarle el peine (tenía el peine de viejo reglamentario) para desengominárselo, pero no me dejaba que le cambie el peinado.

domingo, 25 de enero de 2009

Religión

A mi abuelo no le gustaban los curas, pero a alguna estampita le rezaba todas las mañanas y el día 7 de cada mes iba a la iglesia San Cayetano de Belgrano a pedir trabajo.

En el dormitorio de mis abuelos (y mío) había un crucifijo pequeño que siempre tenía una ramita de olivo seca del Domingo de Ramos anterior. Nunca le vi hacer nada con ese crucifijo a mi abuelo, pero cuando murió, mi abuela lo sacó.

Jamás me habló de religión.

jueves, 22 de enero de 2009

Escoñado

Mi abuelo tenía:

- los pies planos,
- callos,
- psoriasis en las piernas,
- reuma,
- la columna desviada,
- bronquitis crónica,
- psoriasis en los codos,
- el comedor enteramente postizo,
- lentes para leer,
- pelada.

Queja

Cuando a mi abuelo le dolía algo o estaba cansado, soltaba un "ay ay ay" entre suspiros.

Por ejemplo, acostándose.

miércoles, 14 de enero de 2009

Disimulado

Otra forma que tenía mi abuelo de referirse a su consuegra, o sea, a mi abuela materna, en mi presencia pero con disimulo, era diciendo "la que te jedi". 

(No era él el que tenía tanta mala onda con ella, sino mi abuela. Pero él le hacía la segunda).

Yo, por más lunfardo que usara, entendía todo, siempre. ¡Si hablaba en lunfa todo el tiempo y sobre todo, cómo no iba a entenderlo cuando hablaba de mi abuela! Lo único que no entendía era por qué no la llamaba por el nombre y listo.

martes, 13 de enero de 2009

Revólver

Mi abuelo decía "el bufoso" para referirse a un revólver. 


Y lo decía en serio, no en chiste.

jueves, 8 de enero de 2009

Don Julio

De todos los personajes de la Galería Gral. Belgrano (ya lo hemos dicho pero el público se renueva: mi abuelo trabajaba como vendedor de tarjetas de estacionamiento en Obligado entre Pampa y Sucre*), el más respetado por mi abuelo era Don Julio. 


Don Julio era el relojero. Trabajaba con su señora: ella atendía al público y el se ocupaba de la relojería propiamente dicha.

Como mi abuelo, era muy formal y estaba todos días de saco y corbata. Además, era muy educado. 

Don Julio y Don José (o Don Perez)  mantenían una rara amistad. Porque Don Julio también parecía admirarlo a ese gallego cabrón, enfermo, por el que nadie daba dos mangos. 

Una vez Don Julio le regaló a mi abuelo un reloj a cuerda muy elegante. Y al poco tiempo, otro*. Cuando tuvimos que mudarnos, Don Julio le prestó plata a mi abuelo. Ningún pariente nos prestó plata. Él sí. Estoy segura de que con mucho esfuerzo mi abuelo la pudo devolver. 

Creo que cuando murió mi abuelo, Don Julio mandó flores. 




Asterisco primero: En Belgrano decimos "Obligado" por "Vuelta de Obligado" e, insisto, nunca decimos "La Pampa" sino "Pampa". Somos así. 

Asterisco segundo: Obvio que tengo los relojes. 

martes, 6 de enero de 2009

Por si los mosquitos

Cuando salió el Fuyí Vape, en mi casa fue una revolución. No sé cómo habíamos sobrevivido a los mosquitos hasta entonces. Teníamos uno verde y blanco y después tuvimos otro más, porque con uno solo no nos alcanzaba (de puro fanáticos), pero del segundo, por suerte, no recuerdo los colores. 

Todas las noches, antes de acostarse, mi abuelo gritaba: "Arge, ¿pusiste el Vape?" (mi abuela se llamaba Argentina). 

A mí no me dejaba ponerlo para que no tocara la pastilla. Pero yo desarrollé un método para abrir una puntita del plástico y sacarla por ahí usando el resto del envoltorio para agarrarla.

Al día de hoy, le digo Vape al Raid Cuarenta y pico de noches, y si tengo que usar pastillas, sigo fiel a mi sistema no-touch.

MÁS TARDE: El otro Vape era rojo y blanco.


AL DÍA SIGUIENTE: El Vape rojo y blanco incluía una innovación: la lucecita que indicaba que estaba encendido. Eso lo hacía mi preferido. Guau, no sabía que era posible recordar tantos detalles de algo tan ínfimo. 

sábado, 3 de enero de 2009

Buena para nada

Yo estaba haciendo alguna macana. Mi abuelo me decía que me porte bien o que sea buena. Yo protestaba, convencida: "¡soy buena!"


Y él: "Buena para los mandados".