Mi abuelo volvía de trabajar a eso de las 18. Era muy frecuente que antes de la cena, saliera una picada (y eso que en casa, en vida de mi abuelo, se cenaba muy temprano, tipo 20 hs.)
La picada consistía en: jamón cocido y queso de máquina en rollitos, berenjenas en escabeche, aceitunas negras, aceitunas verdes, sardinas y mucho pan. Esto era invariable.
Todo regado con vino con soda o algún aperitivo tipo Gancia.
Las berenjenas las hacía mi abuela (muy aceitosas, mi abuela en general cocinaba con mucho aceite, tipo cocina española). Y las aceitunas las compraba en un negocio de la calle Pampa que todavía existe, a la vuelta de San Cayetano.
Solían ser convidados a la picada: Patricia la mamá de mi amiguita Catalina cuando la iba a buscar (más que invitada era compelida), Ricardo el vecino del segundo piso, Burrone si se rompía el televisor.
La presentación corría por cuenta de mi abuela. Mi abuela, dicho sea de paso, no se sentaba a picar con él. Yo sí, por las aceitunas verdes. Y por estar con él, claro.
viernes, 14 de marzo de 2008
La picada
Etiquetas:
anecdotario
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1 comentario:
que rico picada!!!! ahora quiero :( y son las 9:30...
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