sábado, 29 de diciembre de 2007

Lo que no decíamos con mi abuelo

Mi abuelo me sentaba en sus rodillas, me ponía la mano sobre la cabeza, me daba la mano para cruzar la calle, compartíamos la cama a la hora de la siesta si yo estaba enferma. Cuando yo era muy chica y él apenas viejo, y no viejísimo, me hacía caballito.

Sus manos eran muy grandes. No para mí, grandes de verdad. La piel arrugada y dura. Las uñas siempre prolijas. Limpias.

Yo le hacía masajes en los hombros y en la espalda, le quitaba la gomina pasándole el peine por sus pocos pelos, le hacía el nudo de la corbata. Mis manos también eran, son, grandes.

Nuestro idioma de los cuerpos era mucho más armónico que el de las palabras.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Cuando menos me gusta

Cabrearse o ponerse cabrero, era tanto una actitud como una expresión muy de mi abuelo.

En estos días anduve muy cabrera. Y lo dije así.

Cabrearse es enojarse mucho, muy de repente, con una cuota de agresividad importante.

Cuando me pongo cabrera es cuando menos me gusta parecerme a mi abuelo.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Escatología infantil

Con mi abuelo decíamos "pichín" por pis.

Y "pum" por pedo.

La caca era caca nomás.

"Pum" no digo más. Pero si estoy muy relajada, me sale anunciar "tengo que hacer pichín".

sábado, 15 de diciembre de 2007

Susto / miedo

Julepe, cuiqui, jabón.

Ésas eran algunas palabritas que tenía mi abuelo para hablar del miedo, o más bien del susto.

Lectores: ¿recuerdan alguna otra?

martes, 11 de diciembre de 2007

El busto del Peludo

Mi abuelo tenía un busto de yeso de Hipólito Yrigoyen, o, como le decía él, del "Peludo".

Le faltaba un pedazo de oreja y la punta de la nariz.

Estaba guardado en lo más alto del placard.

Siempre me pregunté por qué no lo tiraban o no lo exhibían. Tenerlo pero así escondido me parecía un sinsentido.

Obviamente mi abuela lo revoleó a la mierda después que mi abuelo murió. Y ahí creí entender que era mi abuelo el que no lo quería tirar y mi abuela la que no lo quería exhibir. Y que lo más alto del placard era una zona de compromiso entre ellos. Uno de sus tantos "no man's land".

domingo, 2 de diciembre de 2007

Una amenaza incumplida más

"Te voy a cascar" era una amenaza muy frecuente de mi abuelo.

Me voy dando cuenta de que muchas de sus palabritas refieren a la violencia física.

Y también de que yo me portaba muy mal.