El otro día pasé frente a la Iglesia Redonda de Belgrano y vi que se desarrollaba en la plaza vecina una suerte de confesión masiva: sentados en sillas de plásticos, varias parejas de curas y penitentes, a distancia prudencial, hacían lo suyo.
Eso me recordó mis confesiones durante mi breve período de fe católica.
Me confesaba con el Padre Horacio, el párroco, que me conocía y conocía bien a mi familia. Y mi pecado era siempre el mismo: "Me peleé con mi abuelo".
La Pascua me pareció una ocasión propicia para este post. Que la paz del Señor esté con vosotros.
domingo, 23 de marzo de 2008
Confesión
Etiquetas:
anecdotario
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
y con tu espíritu.
¡Amén!
HOLA PEREZ,gracias por pasarte!
yo tampoco puedo recordar el dia en que murio mi abuelo, tampoco se exactamente la fecha...prefiero borrar ese dia y recordar todos los anteriores.
un beso
Publicar un comentario