No me cabe ninguna duda de que mi abuelo integra el Comité de Bienvenida al Dr. Raúl Ricardo Alfonsín en el Purgatorio.
No digan que no les avisé: muy pronto habrá plazas, calles y escuelas con su nombre, algún billete tendrá su imagen (alguno conmemorativo del Bicentenario desde ya, pero quizás algún billete común y corriente también), Chascomús será rebautizado "Alfonsín" y el Word te va a tirar "Alfonsín" como sinónimo de "democracia".
Muere un radical, nace un prócer.
Mi abuelo, de parabienes.
martes, 31 de marzo de 2009
RA
Etiquetas:
la política
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5 comentarios:
Perez, yo pense en su abuelo! (que freak!-yo, no su abuelo)
Recién me entero y lo primero que hice fue entrar al blog (a decir verdad lo primero que hice fue lagrimear un poco).
Claro, si ahora yo digo algo de la ley de obediencia debida y punto final o del pacto de Olivos soy una insensible de mierda. Como sea me alegra la alegría de Don Pérez, acá, en el purgatorio, y en la china también.
Bueh, me alegro por tu abuelo.
Por respeto me reservo los recuerdos que tengo de Alfonsin y su gobierno.
Ahora que murió resulta que es poco menos que San Martin.
Asi somos, asi nos va.
estudiante crónica: No creas que no tengo en cuenta tu blog cuando sueño con que alguien me beque para estudiar algo afuera!
ácida amiga: No puedo acompañarte en el sentimiento en ésta.
madre hay una sola: yo sabía que tenías un corazón de acero.
viovio: Creo que el post que sigue ilustrará un poco mejor mis sentimientos hacia Raúl Ricardo.
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