Se había puesto de moda en mi escuela la jodita de ir tocando al otro diciendo "River - Boca - Cancha - Pelota".
"River" era en la frente (?).
"Boca" en la ídem.
"Cancha" en la panza (otro "?").
Y "Pelota", en las pelotas, claro.
Se lo hice a mi abuelo mientras atravesábamos la Galería Plaza Belgrano, en dirección escuela - casa, al mediodía.
No puedo borrar la mirada que me dedicó cuando le toqué la bragueta: había en ella sorpresa, estupor, incredulidad.
No se enojó, que era su reacción ante el 99% de los estímulos. Ni dijo nada. Yo me quedé con una sonrisa tonta prendida en los labios y la risa sin explotar.
miércoles, 23 de abril de 2008
No dijo nada
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anecdotario
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