A mi abuelo no le gustaba nada la feria artesanal que desembarcó a mediados de los '80 en la Plaza Belgrano.
Se refería a "los hippies" muy despectivamente (y, cosa rara en él, lo pronunciaba bien). Yo nunca había escuchado hablar antes de hippies. Mi abuelo era puro prejuicio y lugar común: me explicaba que eran sucios, vagos, etc.
Por mi parte, yo estaba enojada con la feria porque los fines de semana me reducía el circuito de la bici.
Después, cuando ya no vivía a media cuadra, comencé a amarla. Y es un romance que dura hasta hoy. Me parece que en ningún otro lugar encuentro cositas para mí y para regalar como en esa feria. ¡Vivan los hippies de Plaza Belgrano! Mañana voy por allá.
sábado, 3 de octubre de 2009
Los hippies
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palabritas
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5 comentarios:
una amiga preferida que vive en mataderos va especialmente a dicha placita a comprar sahumerios
y ya que estás por ahí, te vas al barrio chino a comprar yuyito integral o estoy loca?
Yo tambièn amo esa feria! Es una de las cosas que me encantarìa poder traerme a Roma. Acà no existen las ferias hippies, un bajòn
Me hiciste acordar de Cartman, el gordito de South Park, que odia a los hippies porque "son sucios y huelen raro".
ah es que es verdad, venden lindas cosas, una vez compré un chal de regalo, verde, muy bello
las ferias son mi perdición
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