sábado, 5 de abril de 2008

¡Metele!

"Metele que son pastele'".

Eso me decía para que le imprimiera velocidad a algo, pero bien, no enojado. Para entusiasmarme, para animarme.

Me suena a eslogan de antigua propaganda de radio, ¿no? La voz engolada de un locutor que arruina la rima consonante para pronunciar correctamente "pasteles".

Hoy es una hermosa tarde, más veraniega que otoñal, y me sale invitar al mundo al sol como cuando mi abuelo me apuraba para salir de casa al grito de "¡Mária, metele que son pastele'!"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entré aquí de casualidad, y me quedé prendado. Tu relato tiene mucho de tango. Me gustó mucho

Seguí haciéndolo!


Leandro