sábado, 13 de octubre de 2007

"Delbenedito"

Cuando yo tenía 10 años, tuvimos que mudarnos. Dejábamos el departamento que alquilábamos e íbamos a comprar uno con un crédito que había conseguido mi abuela a fuerza de dar lástima, que era como hacía la mayor parte de las cosas, con bastante éxito por cierto.

Había un período acotado para comprar, de acuerdo a las condiciones del crédito, y en el interín el dólar pegó una escalada y pasamos de buscar 3 ambientes a conformarnos con un 2 ambientes de una luminosidad ideal... para un laboratorio fotográfico.

Un domingo, almorzaba en casa mi abuela materna (siempre era mi abuelo el que decía, quitándole importancia y peso: "¿la invitamos a la sarru?"). Ella ya había visto el departamento al cual íbamos a ir a parar. En la mesa, mi abuelo le dijo algo que sonó así:

ABUELO: Delbenedito.

Mis dos abuelas y yo nos miramos sin comprender. Parecía que pronunciaba un apellido; también pensé en la iglesia San Benito de Palermo. Él no entendía qué no entendíamos.

ABUELO: ¡Que delbenedito, señora! (No se tuteaban).

YO (súbitamente iluminada): ¡Que des el veredicto!

ABUELO: Eso. Dé el venedito.

Que el veredicto de mi abuela sobre el departamento fue muy de compromiso, lo noté hasta yo. Además, el malentendido había generado una situación muy tensa entre los tres adultos. Yo, en cambio, disfrutaba de estos equívocos. Y disfrutaba de ser la única que entendía a mi abuelo.

Y aquí sigo, en las mismas.

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