"No hay nada que hacer, Don Perez".
Así le dijo Arturo Balbín a mi abuelo cuando fue a pedirle que hiciera algo por su hijo desaparecido.
Y agregó que "eran extremistas", o subversivos, o alguna otra palabra de moda.
Desde ese día, mi abuelo no lo quería mucho a Balbín.
viernes, 6 de marzo de 2009
Otro radical no querido
Etiquetas:
anecdotario,
la política
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2 comentarios:
Y si seguro que ni un pelo se le movio, cuando se lo dijo...
Hiciera algo cuando nuca hizo nada...
que dolor
No te digo, pechos fríos...
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