martes, 31 de marzo de 2009

RA

No me cabe ninguna duda de que mi abuelo integra el Comité de Bienvenida al Dr. Raúl Ricardo Alfonsín en el Purgatorio.

No digan que no les avisé: muy pronto habrá plazas, calles y escuelas con su nombre, algún billete tendrá su imagen (alguno conmemorativo del Bicentenario desde ya, pero quizás algún billete común y corriente también), Chascomús será rebautizado "Alfonsín" y el Word te va a tirar "Alfonsín" como sinónimo de "democracia".  

Muere un radical, nace un prócer.

Mi abuelo, de parabienes.

5 comentarios:

estudiante crónica dijo...

Perez, yo pense en su abuelo! (que freak!-yo, no su abuelo)

Catalina F dijo...

Recién me entero y lo primero que hice fue entrar al blog (a decir verdad lo primero que hice fue lagrimear un poco).

Sil dijo...

Claro, si ahora yo digo algo de la ley de obediencia debida y punto final o del pacto de Olivos soy una insensible de mierda. Como sea me alegra la alegría de Don Pérez, acá, en el purgatorio, y en la china también.

viovio dijo...

Bueh, me alegro por tu abuelo.

Por respeto me reservo los recuerdos que tengo de Alfonsin y su gobierno.

Ahora que murió resulta que es poco menos que San Martin.
Asi somos, asi nos va.

perez dijo...

estudiante crónica: No creas que no tengo en cuenta tu blog cuando sueño con que alguien me beque para estudiar algo afuera!

ácida amiga: No puedo acompañarte en el sentimiento en ésta.

madre hay una sola: yo sabía que tenías un corazón de acero.

viovio: Creo que el post que sigue ilustrará un poco mejor mis sentimientos hacia Raúl Ricardo.