Pero linda:
Me acuerdo muy bien de mis zapatillas con cintas rosas en lugar de cordones. Fue todo un logro que me las compraran cuando todavía estaban de moda.
El lugar, obviamente, es la plaza Belgrano. Al fondo se aprecia la Recova, por aquel entonces un lugar oscuro y húmedo que metía miedo, antes de los cafés y las heladerías.
6 comentarios:
Tu pose y la forma en que lo agarrás es lo más tierno del mundo.
Debajo de capas y capas de aparatez, escondo una mimosa bárbara.
Hermosa foto! Hace poco descubrí tu blog, estuve leyendo bastante y la verdad me interesó mucho. Yo perdí a mis dos abuelos hace bastante, pero conservo intactos los recuerdos. Por eso me identifico con muchas cosas de tu abuelo, que era contemporaneo a los mios. (entre nos, mi preferido era el gallego, don Gomez!)
Seguramente me tendrás por aca seguido
Un beso
Cómo se quieren esos dos de la foto...
Me causa gracia el rubio de atrás que creo que te está relojeando el culo preadolescente, ¿muy Humbert Humbert lo mío?
coincido con Madre... ¡el rubio de atras relojea! =P
es muy muy linda la foto
¡Es cierto! Nunca me había fijado. Sólo tengo ojos para mi abuelo.
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