jueves, 25 de junio de 2009

Fuera de foco

Pero linda:

Nótese cómo el viejo se inclina para apoyar su cabeza en la mía.

Me acuerdo muy bien de mis zapatillas con cintas rosas en lugar de cordones. Fue todo un logro que me las compraran cuando todavía estaban de moda.

El lugar, obviamente, es la plaza Belgrano. Al fondo se aprecia la Recova, por aquel entonces un lugar oscuro y húmedo que metía miedo, antes de los cafés y las heladerías.

6 comentarios:

exseñoM dijo...

Tu pose y la forma en que lo agarrás es lo más tierno del mundo.

perez dijo...

Debajo de capas y capas de aparatez, escondo una mimosa bárbara.

Memé dijo...

Hermosa foto! Hace poco descubrí tu blog, estuve leyendo bastante y la verdad me interesó mucho. Yo perdí a mis dos abuelos hace bastante, pero conservo intactos los recuerdos. Por eso me identifico con muchas cosas de tu abuelo, que era contemporaneo a los mios. (entre nos, mi preferido era el gallego, don Gomez!)
Seguramente me tendrás por aca seguido

Un beso

Sil dijo...

Cómo se quieren esos dos de la foto...
Me causa gracia el rubio de atrás que creo que te está relojeando el culo preadolescente, ¿muy Humbert Humbert lo mío?

La Oveja dijo...

coincido con Madre... ¡el rubio de atras relojea! =P


es muy muy linda la foto

perez dijo...

¡Es cierto! Nunca me había fijado. Sólo tengo ojos para mi abuelo.