"Ésta es tu mamá. Éste es tu papá", me decía mi abuelo, mostrándome sus fotos bajo el vidrio del aparador.
Todas las mañanas mi abuelo tenía un momento privado ahí, con esas fotos, más la estampita del santo de turno. Momento que concluía con un beso sobre cada foto. Si yo andaba revolotéandole alrededor, como siempre, mirando con cierta aprensión la ceremonia, él me alzaba y me los enseñaba.
Mientras fui chica, nunca logró que dejara de tenerles un poco de miedo.
viernes, 16 de noviembre de 2007
Las fotos del aparador
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2 comentarios:
Aparador! Gran palabra que hay que recuperar. Obviamente en la casa de mis abuelos había aparador. Esa casa luego fue mi casa pero muertos mis abuelos dejó de ser aparador y paso a ser mueble a secas.
Y pareciera ser que en todas las casas tenían la misma función. En la de mis abuelos se guardaba la vajilla, los manteles y servilletas, las conservas, y enganchados de alguno de los vidirios superpuestos la estampa de San Cayetano, la Virgen de Luján y al lado la foto de mi tío desaparecido convivendo con la factura de Segba.
En mi aparador había exactamente las mismas cosas.
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